jueves, 10 de julio de 2008

Dilemas éticos al inicio de la vida





No se habla de problemas sino de dilemas, que significa el cruce de caminos para tomar diversas opciones, desde nuestra perspectiva la más correcta o apropiada.


El origen de la vida siempre ha sido un tópico que conlleva controversia en las personas, desde la antigüedad el hombre ha tratado de entender el momento exacto en que comienza la vida humana, buscando una respuesta satisfactoria tanto en la religión, filosofía como en la ciencia. Hay muchas hipótesis para esta pregunta, por lo que es difícil llegar a un consenso.


Existen varias escuelas a lo largo de la historia que han tratado de explicar el inicio de la vida entre ellas se encuentran:





  • Escuela Evolucionista: Debe existir cierto grado de desarrollo para que un individuo sea considerado un ser humano, es decir, debe existir una interacción entre el genotipo y el medio ambiente. Todas las criaturas vivientes están formadas por células. Los organismos “superiores”, como nosotros, son como ciudades celulares en las cuales grupos de células que realizan funciones especializadas se encuentran unidas por intrincados sistemas de comunicación, cuando estos sistemas y redes se encuentran, se convierten en un embrión, que si es viable permitirá el alumbramiento y potenciar todas las capacidades racionales de un individuo, pero sino no es viable queda en un estado desfavorable para lo que impone este sistema evolutivo y no es considerado dentro de esta escuela.




  • Escuela Antropológica contemporánea: El ser humano no es totalmente biológico ni totalmente relacional, por lo tanto es biorelacional, es decir, la vida comienza cuando se establece una relación con la madre y el padre.




  • Escuela del vínculo: Biológicamente la vida comienza cuando se produce la transmisión de las características del hombre; fisiológicamente se produce una relación con los padres cuando se establece un vínculo de amor, por ejemplo en una ecografía.




  • Escuela Genetista o Biológica: dice que todo ser humano es individuo desde que tiene código genético, el genotipo esta presente desde la fecundación, por lo tanto existe la vida humana desde ese momento.


Nosotras apoyamos lo establecido por la escuela genetista, creemos que con la fecundación se inicia la aventura de una vida humana, cuyas capacidades requieren de tiempo para desarrollarse y poder desenvolverse. Es por esto que este ser humano debe ser respetado y tratado como persona desde el momento de su concepción y, por lo mismo, a partir de ese instante se le deben reconocer los derechos de persona, principalmente el derecho a la vida.

El ser humano es un fin no un medio, por eso es un dilema ético engendrar un ser humano para utilizarlo, las motivaciones que lleven a concebir un hijo deben ser por fines loables.

La concepción de este nuevo ser humano puede ser deseada, siendo por un acto de amor; también casual o incluso indeseada por ser resultado de un evento traumático y violento; pero sea la razón que sea no se puede culpar a aquella nueva vida que se formó, tratando de deshacerse de ella, ¿Por qué acabar con alguien que no pidió existir?, ella fue invitada a venir, por lo que su vida debe ser respetada, valorada y protegida en cualquier circunstancia.

Es así como encontramos otro dilema ético el aborto el que se entiende como expulsión del feto, natural o provocada, en el período no viable de su vida intrauterina, es decir, cuando no tiene ninguna posibilidad de sobrevivir. Si esa expulsión del feto se realiza en período viable pero antes del término del embarazo, se denomina parto prematuro, tanto si el feto sobrevive como si muere. Este es un tema complicado, hay lugares en que el aborto inducido o provocado es legal, y no se le recrimina a la mujer por terminar con la vida de su hijo, y tampoco a los profesionales que cometen este crimen, pero para nosotras el aborto es un homicidio en el vientre siendo la vida un derecho y no una decisión. El bebé es un ser inocente que no tiene como defenderse de un aborto inducido cruelmente, acaso estas personas se han detenido a pensar sólo un minuto en la crueldad y sufrimiento que le producen a los bebés cuando lo despedazan, porque aunque suene algo fuerte eso es lo que le hacen, invaden su hogar, ya sea con químicos o instrumentos y lo destrozan sin misericordia.

Nosotros como profesionales de enfermería tenemos el deber de velar por la vida y por la calidad de ésta. Por lo tanto, debemos comenzar con educar a la población sobre sexualidad y métodos anticonceptivos para que las mujeres tengan las herramientas necesarias para poder decidir el momento en que se sientan capaz o quieran ser madres, si a pesar de esto estas mujeres quedan embarazadas debemos apoyarlas, aumentar sus redes de apoyo para que no se sientan presionadas por su entorno y crean que la llegada de esta nueva vida viene a truncar la vida de ellas, debemos ser capaces de mostrarle otros caminos lejos del aborto.

Es claro que la llegada de un hijo, es un cambio radical en el estilo de vida de la pareja, porque comienzan a formar una familia, por eso esta opción debe ser tomada de forma responsable, velando principalmente por su bienestar y seguridad. La tarea de enfermería es la educación a los padres tanto antes de la concepción como después de ésta, ya que es muy importante para el desarrollo de esta nueva vida que ambos padres se mantengan implicados en su crecimiento y que contribuyan en su formación positivamente. Se sabe que un embarazo no deseado es un factor de riesgo para un inadecuado apego y desarrollo del bebé, es por esto que el equipo de salud debe trabajar con las madres que no planeaban tener hijos y educarlas en que están concibiendo una nueva vida y que bajo ningún punto de vista es un problema, si no un milagro que debe ser bienvenido.


También tenemos la otra cara de la moneda ¿qué pasa con las parejas que son infértiles y no logran tener naturalmente a un hijo?. Actualmente la tecnología y lo avances científicos han permitido al hombre ser capaz de modificar procesos naturales tan relevantes e importantes como la fecundación, en el que ya no es el espermatozoide y el óvulo más capacitado, el que dará origen a un ser humano. Las parejas que son infértiles tienen la posibilidad de poder concebir un hijo a través de un método de fertilización artificial, es decir, reproducción humana médicamente asistida, donde podemos encontrar varias técnicas. Sin duda que estos métodos han aportado avances importantes para la medicina del último tiempo, porque trata de dar satisfacción a aquellas parejas que no han podido tener un hijo, sin embargo, como es normal, siempre que el hombre es capaz de modificar la naturaleza aparecerán diversos problemas éticos. Uno de ellos es la pérdida de embriones humanos que no logran anidarse en el útero receptor, y otro problema ético es que los embriones que no se ocupan se congelan. Además si se anidan todos, será un embarazo múltiple lo que trae graves problemas para la madre y los hijos. Estos embriones, que son seres humanos, que son únicos e irrepetibles, son sometidos a la más impresionante de las esclavitudes, y su suerte ya no depende de su dignidad, sino de las personas que los manipulan como si fueran simple objetos olvidándose que son personas con derechos, a pesar de su vulnerabilidad.

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